¿Quién no ha usado las hojas de cálculo en alguna ocasión? Aunque no haya sido de forma regular. Casi todos hemos tenido escarceos ocasionales con estas sospechosas habituales de la ofimática. El trabajo en muchas oficinas de empresas de distinta índole sería hoy en día impensable sin ellas, aunque a veces puede parecer algo trivial y simple que se puede dar por supuesto. Quizá sólo por el hecho de que siempre han estado ahí de una manera o de otra nunca nos ha permitido valorarlas en su justa medida. Y quizá a quienes las desarrollaron les gustaría recibir una felicitación y una palmadita en la espalda.

Programas de hojas de cálculo ha habido muchos a lo largo de la historia. Uno de los más famosos de la era MS-DOS fue Lotus 1-2-3, que junto con WordPerfect y DBase componían una suerte de imprescindibles de la ofimática que todo el mundo tenía que saber utilizar. Sin embargo, este software carecía de interfaz de usuario gráfica, lo que dificultaba muchísimo su uso y le otorgaba una curva de aprendizaje elevada.

La solución era colocarle una interfaz gráfica al programa. Las soluciones como Windows poco a poco se iban a ir imponiendo frente a los sistemas operativos de modo texto pero, ¿quién se iba a molestar en hacer lo propio con las hojas de cálculo? En este artículo repasaremos la historia de Microsoft Excel, que puso las GUI donde antes sólo había comandos.

La historia de Excel

Esta historia de hojas de cálculo e interfaces gráficas empieza en 1978 en la Universidad de Harvard. Un estudiante de la facultad de Empresariales llamado Dan Bricklin desarrolló un programa llamado VisiCalc, que se puede considerar como el germen de todos los programas de hoja de cálculo actuales. Se trataba de un software relativamente pequeño con unas pocas capacidades básicas, con capacidad para realizar cálculos desde una matriz de 5 columnas por 20 filas como máximo.

Para intentar que VisiCalc fuese más poderoso su creador contrató a Bob Frankston, que agilizó el programa y lo dotó de mejores funciones aritméticas. En su momento este software fue un éxito rotundo que vendió casi un millón de copias.

Las semillas estaban plantadas para que empezasen a surgir imitadores, y después del enorme éxito de VisiCalc empezarían a surgir como setas. Sin ir más lejos, en 1983 un equipo liderado por Mitch Kapor desarrolló una nueva hoja de cálculo llamada Lotus 1-2-3, de la que hablamos más arriba y que fue un estándar de su tiempo. Las capacidades del programa de Kapor eran muy superiores a las de VisiCalc, ya que permitía crear listas, gráficos y contaba además con capacidades rudimentarias para crear bases de datos, capacidades que lo elevaron a los altares.

Sin embargo, y aunque esto forma parte de la prehistoria de Excel, sus orígenes auténticos están en un programa lanzado por Microsoft en 1982 llamado Multiplan, que fue sobrepasado rápidamente en popularidad por Lotus 1-2-3. Y a partir de aquí es donde empieza la historia de Microsoft Excel de forma propiamente dicha.

Excel llega y se consolida

Excel 1.0, la versión que se quedó en Mac OSExcel 1.0, la versión que se quedó en Mac OS / Microsoft Sweden editada con licencia CC 2.0

Multiplan, el germen de Excel, se hizo inmensamente popular en los sistemas CP/M. Sin embargo, Microsoft quería asaltar el trono de MS-DOS (hasta la fecha en posesión de Lotus). Para ello lanzaron la primera versión de Excel en 1985, que aterrizó en Mac OS. La versión 2.0 sería la que finalmente llegaría a Windows 3.1x.

Lotus tardó demasiado en ponerle una interfaz gráfica a su programa y hacerlo compatible con Windows, lo que sirvió para que Microsoft aprovechase la ocasión y se llevase consigo la mayor parte del mercado corporativo. Cuando los desarrolladores de la hoja de cálculo de MS-DOS consiguieron llegar a Windows ya era demasiado tarde. Excel ya estaba ganando a la competencia con la llegada de la versión 2.0 en 1987.

Con unas ventas cada vez mayores y con una buena posición en el mercado, Microsoft consiguió desplazar a Lotus al tiempo que mostraba todo lo que había desarrollado con las GUI que empezarían a apoderarse del software desde aquellos momentos. Una vez solidificada su posición de dominio, Microsoft empezó a producir versiones de Excel a intervalos regulares.

Sin embargo, con cada historia sobre un producto de éxito llegan los inevitables problemas. Excel no se libró, y en 1993 se presentó una demanda contra el programa de Microsoft por parte de otra empresa que vendía otro producto denominado de la misma manera (aunque estaba dirigido al sector financiero). Los tribunales decidieron que Microsoft debía llamar “Microsoft Excel” a su software.

Discos de instalación de Excel para WindowsDiscos de instalación de Excel para Windows / Pelle Wessman editada con licencia CC BY-SA 2.0

Sin embargo, todo el mundo (usuarios y trabajadores de la empresa de Redmond) se refería al programa de hojas de cálculo simplemente como “Excel”, con lo que finalmente Microsoft se decidió a comprar los derechos del nombre del programa que compartía la denominación con el suyo.

El crecimiento de un programa líder

En las últimas décadas Excel ha crecido mucho y ofrece muchas características a sus usuarios. El programa ha pasado de las “simples” hojas de cálculo al compendio de funciones que aglutina hoy bajo su paraguas, si bien su esencia sigue siendo la misma. De hecho aún utiliza VisiCalc para mostrar las celdas de cada hoja y para introducir información en cada una de ellas.

Entre sus muchos avances se encuentra el de haber sido el primer programa de hojas de cálculo que otorgó a sus usuarios la posibilidad de cambiar totalmente la apariencia de una hoja de trabajo, ya fuese la fuente, el tamaño de la celda, su anchura y su longitud. También fue el primer programa en ofrecer una computación inteligente para las celdas, lo que significaba que los usuarios podían condensar un número determinado de celdas en una usando únicamente una fórmula.

Todo esto, sin embargo, no llegó de golpe. El crecimiento exponencial del programa comenzó en 1993, aparte de la denuncia por parte del “otro Excel”, se introdujo el software en la suite Microsoft Office junto a otros programas orientados a la ofimática como Word y PowerPoint. Usando este empaquetado se pretendía crear un “todo en uno” que ofreciese todo lo que un usuario pudiese necesitar en un único lugar.

Diskettes de instalación de Microsoft Office para MacintoshDiskettes de instalación de Microsoft Office para Macintosh / Pelle Wessman editada con licencia CC BY-SA 2.0

El siguiente gran paso en la evolución del programa de hojas de cálculo fue la inclusión de VBA (Visual Basic for Applications) en aquel 1993, un lenguaje de programación específico basado en Visual Basic. De esta forma los usuarios podían crear tareas y funciones automáticas en las distintas hojas de trabajo.

De aquí pasamos a 1995 y la aparición de Excel 95. No hubo una versión 6.0, debido a que se quiso que todas las aplicaciones de Microsoft Office coincidiesen en cuanto a número de versión. Con esta iteración llegó la primera versión de 32 bits del programa, sin grandes cambios pero con mejoras en la estabilidad.

Dos años después se liberaba Excel 97, que llegaba con aquel clip que hacía las veces de asistente metomentodo que intentaba darnos orientación en todo, así como validaciones para las hojas de cálculo y una nueva interfaz para desarrolladores VBA.

En 1999 salía al mercado Excel 2000. Seguía sin haber cambios drásticos, si bien se mejoró el portapapeles para que pudiese albergar varios objetos al mismo tiempo. Con esta versión también llegaba Excel Self-repair.

Con la llegada de Windows XP y el hito que ello supuso se lanzó Office XP, en el que se incluía Excel XP. Con esta versión llegaron una serie de características útiles como la auditoría de fórmulas en segundo plano (que identificaba automáticamente errores en las fórmulas) y la capacidad de recuperar hojas de cálculo cada vez que Excel se cerraba inesperadamente.

Excel en OS XExcel en OS X / Pelle Wessman editada con licencia CC BY-SA 2.0

Dos años más tarde salía al mercado Excel 2003, que mejoraba el soporte para archivos XML, incluía una nueva característica que permitía listar rangos y también venía con mejoras para las etiquetas inteligentes.

Tuvieron que pasar cuatro años hasta que viésemos una nueva versión, que llegó en la forma de Excel 2007. Su principal cambio fue la introducción del menú Ribbon, así como de los formatos de archivo xslx y xslm. Esta versión marcaba la 12.0 del programa, pero no se numeró a la siguiente como 13.0, quizá por superstición.

La salida al mercado de Excel 2010 trajo consigo grandes cambios. Entre ellos podemos destacar la edición extendida de imágenes, gráficos mejorados, muchas más opciones de formato y la posibilidad de personalizar menú Ribbon.

Con la aparición de Excel 2013 se incluyeron características como PowerView, FlashFill y al menos 50 funciones nuevas más, mientras que la versión 2016 ha aumentado más sus capacidades (incluyendo un modo “sólo lectura”), además de estar perfectamente integrada con Windows 10.

El ascenso de Excel todavía no ha terminado, y parece que este programa tendrá cuerda hasta que Microsoft decida detener su desarrollo. Veremos cómo se portan los años con este software y con el resto de la suite Office, por extensión.

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La historia del software está aquí

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