Con una interfaz totalmente integrada en Mac OS X, NeoOffice es realmente fácil de utilizar y dispone de los programas imprescindibles en este tipo de aplicaciones. Editor de textos, hojas de cálculo, bases de datos o presentaciones son los programas que componen esta suite ofimática.
Una de las funciones más interesantes de NeoOffice es que permite guardar un historial de los archivos que hemos editado, algo muy interesante para saber qué hemos modificado y volver atrás en caso de quererlo.
En realidad, esta suite no difiere demasiado del OpenOffice en el que se basa, pero al estar pensada enteramente para ejecutarse en un Mac desde el primer momento, su estabilidad y calidad son mucho mayores.
Por supuesto NeoOffice es compatible con los mismos archivos y posibilidades que la suite en la que se basa, pudiendo abrir documentos ODF, Word y demás estándares del mercado.
Particularmente prefiero OpenOffice, he leído algunas comparativas del tipo OpenOffice vs. NeoOffice y prefiero el primero, aunque esté no le va a la zaga.