
HTC One entra por los ojos nada más verlo tanto por su muy bien mecanizado chasis de aluminio como por la inmensa calidad de su generosa pantalla de 4,7 pulgadas. La resolución de esta última es 1.920 x 1.080 puntos (Full HD), lo que revela que su densidad de puntos por pulgada es de nada menos que 468 ppp. Además, el panel restituye los colores con una gran fidelidad cromática, y su contraste subjetivo es fabuloso. Pero esta es solo la punta del iceberg.
Muy potente y con un software fantástico
El auténtico corazón de este smartphone es su CPU, un muy capaz chip Snapdragon 600 con cuatro núcleos a 1,7 GHz que Qualcomm presentó en la última edición del CES. La capacidad de cálculo de este microprocesador es muy alta, de hecho, en nuestras pruebas ha batido a todos los terminales que hemos analizado hasta la fecha (a continuación os ofrecemos todos los detalles de nuestro banco de tests).
No obstante, la arrolladora capacidad del hardware de la última iteración del One no debe ocultar otra de sus grandes virtudes: su software. Y es que HTC ha remozado la interfaz de Android 4.1.2 con BlinkFeed, una pantalla de inicio dinámica, para ofrecer al usuario más información de forma simultánea. Además, lo hace de una forma más clara y menos abrumadora.
Como podéis comprobar en la sección Lo peor de la ficha técnica, este terminal no es perfecto. Pero es una auténtica maravilla.
Resultados de las pruebas
AnTuTu Benchmark
- Final: 24.466 puntos
- CPU: 11.175
- GPU: 8.522
- RAM: 3.864
- I/O: 905
GeekBench 2
- Final: 2.729 puntos
- Integral: 1.905
- Coma flotante: 4.176
- Memoria: 2.678
- Flujo: 651
Quadrant
- Final: 12.284 puntos
- CPU: 36.234
- Mem: 11.164
- I/O: 10.719
- 2D: 1.023
- 3D: 2.281