A todos nos gustaría que nuestro Android funcionase igual de bien que el mismo día que nos lo llevamos a casa. Por desgracia, eso no va así: pasado un tiempo el rendimiento se reduce, las apps no cargan tan rápido como antes, los gráficos de los videojuegos no van tan fluidos como deberían y, por si fuera poco, el espacio de almacenamiento se va consumiendo cada vez más y más. Hay cosas, como la duración de la batería, que por temas de química pura y dura escapan al control del usuario, pero frente a lo demás sí podemos hacer algo. A continuación vamos a darte una serie de trucos para acelerar el rendimiento de tu Android.
Trucos para mejorar el rendimiento de tu teléfono Android
Toma buena nota de todos estos consejos para lograr acelerar tu Android. De esta forma conseguirás que vaya casi tan rápido como el primer día. El paso del tiempo nos afecta a todos, pero puedes alargar la vida útil de tu terminal con pequeños trucos como estos.
1. Desinstala las apps que no necesites
Conforme las memorias de los teléfonos han ido creciendo en gigabytes, nos hemos ido convirtiendo a su vez en auténticos acumuladores de aplicaciones. Muchas las tenemos casi por el simple hecho de tenerlas ahí, porque son populares y todo el mundo las usa. Algunas de ellas nunca llegamos a usarlas más allá de un par de ocasiones contadas, ergo ¿son necesarias? La respuesta es no, y si no son imprescindibles se pueden desinstalar.
Si leíste nuestro artículo sobre cómo desinstalar aplicaciones en Android, entonces sabes todo lo que tienes que saber al respecto. Si no, te recordamos que tienes tres opciones:
- Desde el menú Ajustes, en el apartado Aplicaciones.
- Desde Google Play, buscando la aplicación que quieres desinstalar en la tienda.
- A través del launcher del teléfono.
2. Utiliza un launcher personalizado
En ocasiones, los lanzadores que incorporan las capas de personalización de los fabricantes de los terminales lastran muchísimo el rendimiento. La mejor forma de evitar esto es utilizar un launcher de terceros, que en muchos casos están optimizados para funcionar consumiendo muchos menos recursos que el de stock del teléfono.

En este sentido siempre solemos recomendar clásicos como Nova Launcher debido al valor añadido que incorporan al teléfono (amplia personalización y automatización de tareas, entre otras cosas), aunque hay otros actores en el sector que también reclaman la atención de los usuarios. Microsoft Launcher o Evie Launcher son algunos de los mejores launchers para Android a tener en cuenta.
3. Di no a Facebook y Google Maps
Parece un mantra que los usuarios llevan repitiendo durante mucho tiempo, pero es verdad. Tanto Facebook como Google Maps se actualizan en segundo plano y consumen una ingente cantidad de batería y recursos. ¿Qué puedes hacer para remediarlo? Bien, tienes varias opciones:
- Desactivar todas las notificaciones.
- Denegar los permisos de acceso a la ubicación.
- Sustituir estas dos aplicaciones por alternativas como Waze o las versiones Lite de Facebook.
Ambas aplicaciones, como decimos, devoran los recursos de tu teléfono. Si no quieres desinstalarlas insistimos: minimiza su impacto en tu terminal de las dos formas que te comentamos.
4. Limpia y vacía la caché
El proceso de limpiar la caché en Android hoy en día se puede llevar a cabo con las propias herramientas de mantenimiento del fabricante. Es muy habitual de unos años a esta parte que quienes crearon nuestros terminales nos ofrezcan formas de mantenerlo funcionando a pleno rendimiento, así que basta con acercarse al menú de ajustes del teléfono y buscar el apartado correspondiente.

Otra opción para realizar un limpiado de caché pasa por utilizar apps como SD Maid, que recomendamos encarecidamente por ser una de las menos invasivas de su clase y que menos interfiere en los deseos del usuario. Otras aplicaciones similares pueden provocar que tu terminal se comporte de forma extraña, aunque de esto hablaremos más adelante cuando mencionemos los hard reset.
5. Restaura los datos de fábrica de vez en cuando
Los teléfonos, igual que los ordenadores, de vez en cuando piden un hard reset a gritos. En este procedimiento se restauran los datos de fábrica, dejando el teléfono como si acabásemos de comprarlo. De esta manera nos aseguramos hacer una limpieza completa del terminal, libre de todos los datos superfluos que se traducen en una galería de fotos a reventar, aplicaciones innecesarias y archivos que no recordábamos ni que estaban ahí.
Es preferible el hard reset a utilizar apps de limpieza como Clean Master, debido a varias razones:
- Se toman demasiadas libertades en el sistema operativo; cierran aplicaciones sin que nadie se lo haya dicho e interfieren en la gestión de la memoria RAM.
- Aunque inicialmente pueden servir para limpiar la memoria caché, las apps tienen que recargar cualquier información que hubiese en caché, lo que reduce el rendimiento del teléfono.
Puede que al principio parezcan una buena idea, pero su uso va en detrimento de las aplicaciones que más utilizas a diario. Evítalas siempre que puedas.
6. No acumules fotos y vídeos
Actualmente los teléfonos móviles también funcionan como álbumes fotográficos que llevamos a todas partes. Ahora bien, una galería de fotos sobrecargada hasta los topes con imágenes que nosotros mismos hemos tomado (o que nos han ido llegando en mensajes y a través de redes sociales) puede acabar con el almacenamiento si no vamos con ojo.

Por eso mismo es importante ir vaciando la galería de imágenes de tanto en tanto. Guarda una copia de seguridad de tus fotos y vídeos preferidos en tu ordenador o en un servicio en la nube, por ejemplo, pero asegúrate de que tu terminal siempre tenga espacio de almacenamiento suficiente.
7. Desactiva los efectos de transición y las animaciones
En las gamas altas este consejo seguramente nunca haga falta, pero en las gamas de entrada o en determinados terminales de gama media tanto los efectos de transición como las animaciones lastran increíblemente el rendimiento. Este tipo de trucos visuales consumen una cantidad ingente de recursos, haciendo más dificultosas las tareas de la CPU y la GPU.
Todos los fabricantes incluyen una manera de desactivarlos. Si usas el launcher stock tendrás que activar las opciones de desarrollador para poder hacerlo, mientras que en los lanzadores de terceros podrás hacerlo desde el propio menú de ajustes de estas aplicaciones.
8. Elimina el bloatware
El bloatware son todas aquellas aplicaciones preinstaladas en el terminal cuando lo compramos. Muchas de ellas se pueden desinstalar desde el primer minuto de uso, pero unas pocas están instaladas como aplicaciones de sistema. Hoy en día la necesidad de hacer esto ya no es tan imperiosa (ni siquiera en las gamas más bajas), pero en tiempos era un must si querías poder tener un terminal mínimamente usable.

Intenta desinstalar tantas como puedas de las que el sistema te permite. Las que funcionen como apps de sistema requieren que seas usuario root, y aún así es probable que el teléfono se comporte de forma extraña cuando las hayas desinstalado; recomendamos no desinstalar las apps del sistema por motivos de seguridad.
9. Usa fondos estáticos y de colores oscuros
Los fondos animados son muy atractivos, pero cuando los activas estás añadiendo carga extra constante a la CPU y la GPU. Si ambos procesadores destinan parte de sus operaciones a mover el fondo de pantalla, a la hora de gestionar el funcionamiento de otras partes del teléfono no serán tan eficientes.
Asimismo, los fondos de pantalla son más idóneos en tonalidades oscuras. El porqué es muy sencillo: a la GPU le cuesta menos calcular el valor del color negro, que del color blanco. Y al tener que mostrar colores más apagados también ayudaremos a ahorrar algo de batería, pero eso es otra historia.
10. Reinicia tu smartphone cada cierto número de días
No debemos olvidar que los smartphones son ordenadores que llevamos en los bolsillos. Como tales, comparten algunas peculiaridades con sus primos de sobremesa. Es de dominio público que, cuando un PC pasa demasiado tiempo encendido, empieza a comportarse de forma extraña.
Con los smartphones pasa lo mismo. Pasado un tiempo puede que haya determinadas apps que tengan comportamientos extraños, notificaciones que no desaparecen, mensajes que no llegan y etcétera. Lo mejor en estos casos es reiniciar el terminal, lo que debería acabar con el problema.
11. Restringe el número de notificaciones
Las notificaciones son muy útiles para que sepamos en todo momento qué pasa en nuestro teléfono. Sin embargo, en exceso pueden hacer que nuestro teléfono se ralentice. Por eso mismo es importante que prioricemos y que elijamos bien las notificaciones necesarias para nuestro día a día. Para ello es importante desactivar las notificaciones que no queramos.

Cada vez que hay una nueva notificación se producen picos de consumo en la CPU, lo que obliga a interrumpir la gestión de otras aplicaciones para que el sistema nos muestre lo último que nos ha llegado al terminal. Puede ser una interrupción de menos de un segundo, pero cuando se da muy a menudo (y en según qué contextos) puede llegar a ser muy molesto. En el menú Notificaciones de los ajustes de tu teléfono podrás gestionarlas.
12. Quédate con los widgets necesarios
Si tu home screen está superpoblada con widgets le estás haciendo un flaco favor a tu teléfono. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es quitar de en medio todos los que no necesites. Seamos honestos: ¿necesitas imperiosamente el acceso directo a la linterna ahí? ¿O el widget de Gmail? ¿Y el del tiempo? Si la respuesta es no, empieza a quitar basura de en medio.
Los widgets, al igual que Facebook y Google Maps, se actualizan en segundo plano y consumen grandes cantidades de recursos si no se les pone freno. Rígete por esta máxima: cuanto más despejada esté tu pantalla de inicio, mejor.
13. Desactiva las actualizaciones automáticas
Cuando conectamos a cargar el terminal es habitual que el sistema actualice las aplicaciones que lo necesiten él mismo, pero si vamos a estar utilizando el teléfono mientras tanto puede ser un problema. Lo más recomendable es acudir a los ajustes de Google Play y deshabilitar las actualizaciones automáticas.

Lo mismo ocurre con las actualizaciones del sistema operativo. Lo mejor para quitarle cargas a nuestro teléfono es desactivar la búsqueda automática de nuevos parches y que lo hagamos nosotros mismos cada cierto tiempo. Esto puede modificarse desde la ruta Ajustes > Actualización de software.