La mejor entrega de la saga Tekken y un grandísimo juego de lucha
Hablar de Tekken es hacerlo de una de las sagas de videojuegos de lucha más destacadas de todos los tiempos. No en vano, la franquicia de Katsuhiro Harada y compañía ha sabido trascender más allá de las consolas. En esta ocasión, os venimos a hablar de Tekken 8. Última entrega de la serie y un título que aspira a convertirse en el mejor.
La entrega más completa de la saga
Tras descargar Tekken 8 para PC nos encontraremos un hilo narrativo, situado medio año después de la anterior entrega, en el que el protagonismo se centra en el conflicto entre Kazuya Mishima y Jin Kazama, padre e hijo.
Hablamos de un juego que incorpora muchísimos cambios. Destacando el Heat. Un nuevo estado que da acceso a movimientos especiales y a nuevas propiedades defensivas y ofensivas. Algo que se traduce en un gameplay tremendamente fluido y orgánico.
¿Preparado para disfrutar la entrega más divertida y completa de la saga de Bandai Namco?
Por si fuera poco, jugar a Tekken 8 es una delicia gracias a un plantel de 32 luchadores que irán expandiéndose en futuros DLCs. Además, más allá de un modo historia que puede durarnos poco más de 3 horas, el modo arcade o la posibilidad de desarrollar la historia de cada personaje aportan variedad a un producto pensado, eso sí, para jugar en compañía. Contando con un multijugador optimizado y con juego cruzado.
Para finalizar, el espectacular apartado artístico y sonoro (gramola incluida), el modo entrenamiento, el contenido desbloqueable o su deliciosa jugabilidad convierten a Tekken 8 en la mejor entrega de la serie y el firme candidato a juego de lucha del año.
Requisitos e información adicional:
- Requisitos mínimos del sistema operativo: Windows 10.
- Ofrece compras integradas.
Serafín Jiménez
Compagino mi licenciatura en Ciencias del Trabajo y las especializaciones en Prevención de Riesgos y RR.HH (Masters) con el amor por los videojuegos, la tecnología y, sobre todo, la escritura. Dicha pasión, cuento con algún que otro premio...
