Microsoft Office es una suite ofimática, una serie de herramientas informáticas pensadas para ser usadas en oficinas, puestos de trabajo o actividades estudiantiles de medio mundo. A día de hoy es una aplicación imprescindible para prácticamente cualquiera que tenga un ordenador o un dispositivo móvil. En esencia, Office se compone de distintos procesadores de información.

Fue lanzado en 1989 para los ordenadores Macintosh, aunque desde 1992 viene acompañando a Windows y formando una parte importante del sistema operativo de Microsoft. Hoy en día también se puede encontrar en los ecosistemas móviles, como es el caso de la versión para Android. Como tal, Office ha tenido distintas iteraciones. Las más significativas han sido las de 1997, 2003, 2007 y 2019. En 2010 se introdujo Office 365, que ofrece las mismas características que las versiones tradicionales de Office y que permite trabajar desde la nube los mismos documentos que se trabajan de forma local con las instalaciones tradicionales de la suite.

En cuanto a para qué sirve y por ponerlo en pocas palabras, Microsoft quiere que uses su suite de herramientas para llevar a cabo todo el trabajo que podrías hacer en una oficina: crear documentos de texto, generar facturas, presupuestos y asientos de contabilidad, crear presentaciones con las que mostrar nuevas ideas o productos y etcétera.

Las herramientas que Microsoft pone a tu disposición en Office para todo ello van desde procesadores de texto, pasando por hojas de cálculo, editores de presentaciones en diapositivas e incluso herramientas para tomar notas cortas. La suite ofimática siempre ha ido un paso por delante en lo que a las necesidades de quienes trabajan en empresas y hogares de todo el mundo, contribuyendo en gran medida a la “automatización de las oficinas”.