Android es el sistema operativo móvil más usado del mundo. Lo que muchos usuarios no saben es que lo que utilizan no es Android en su forma más pura y destilada, sino una capa de personalización que cada fabricante coloca encima del núcleo del sistema operativo del robot verde. Aunque con los años estas capas de personalización han ido ganando en agilidad y funcionalidad, hay muchas razones para elegir Android Stock por encima de ellas. Y si el término Android Stock no te suena no te preocupes; aclararemos tus dudas y te daremos una serie de buenas razones para usarlo.

¿Qué es Android Stock?

Android Stock (también conocido como "Android puro") es la versión del sistema operativo que Google desarrolla y empaqueta en sus terminales propios (también es la que podemos encontrar en muchas ROMs personalizadas). No tiene alteraciones, ni cambios producidos por los fabricantes de smartphones.

Podemos citar Samsung, cuyos terminales cuentan actualmente con una capa de personalización que se ejecuta encima de Android llamada One UI (y anteriormente Touchwiz), o Huawei con EMUI y Xiaomi con MIUI como fabricantes que aplican capas que se ejecutan encima de Android con controladores, aplicaciones y otro tipo de software que no está disponible comúnmente con el sistema operativo original y puro, Android Stock.

En la actualidad, un buen número de fabricantes siguen utilizando estas versiones modificadas del sistema operativo, aunque según pasan los años aumenta el número de marcas que ofrecen dispositivos con Android Stock de serie.

Ventajas de usar Android Stock

Apps recientes y ajustes en Android 10Apps recientes y ajustes en Android 10

Muchos seguidores y usuarios de Android aseguran que una versión pura del sistema es la mejor experiencia de uso que se puede lograr. Y existen razones de peso que apoyan esta aseveración. Veamos cada una en detalle.

Actualizaciones de seguridad más rápidas

Uno de los puntos en los que más se ha criticado a Android con los años son los riesgos de seguridad potenciales y el malware. Y si bien el sistema operativo del robot verde no es lo que se dice un criadero de software malicioso, a lo largo de los años se han encontrado en él un buen número de debilidades en materia de seguridad.

Google soluciona estos problemas de forma relativamente rápida, pero cuando se trata de llevarlas al resto de dispositivos que cuentan con capas de personalización, la cosa ya no depende de la empresa de Mountain View. Los fabricantes deben tomar esos parches, personalizarlos basándose en sus versiones específicas para asegurarse de que son compatibles y, después, liberarlas al público. Este retraso también aumenta el riesgo de seguridad.

Y, por supuesto, Google con los años ha ido mejorando la velocidad con la que se liberan los parches para corregir determinadas debilidades. Sin embargo, la mejor manera para conseguir los últimos (y también la más rápida) pasa por tener una versión pura de Android.

Dispositivos siempre al día durante más tiempo

App de Google y box de aplicaciones en Android StockApp de Google y box de aplicaciones en Android Stock

Otro enorme problema al que se enfrentan los terminales con capa de personalización aplicada es que los fabricantes son muy lentos lanzando nuevas versiones del sistema operativo. Muchos usuarios pasan años en la misma versión de Android, a pesar de que vayan apareciendo nuevas versiones. En ocasiones esta situación fuerza a los usuarios a comprar un dispositivo nuevo. Como no podría ser de otra manera viendo el ritmo al que avanza el desarrollo móvil, hace que pronto se vuelva a encontrar en una situación similar.

Contando con una versión pura de Android las actualizaciones se reciben tal como Google las libera (no es así en el caso de Android One, donde tardan un poco más). No es necesario adaptar la nueva versión del sistema operativo a la capa de personalización y asegurarse de que sean compatibles, lo que agiliza muchísimo el proceso de actualización.

De alguna manera, lo que Android Stock hace durante el ciclo de vida de un dispositivo es fortalecerlo contra la obsolescencia programada. Con el sistema operativo más reciente también llegan las nuevas versiones de las aplicaciones de Google, así como mejoras en el rendimiento y en la gestión de recursos del terminal.

Menos bloatware y aplicaciones duplicadas

Los fabricantes de terminales, por norma general, suelen incluir sus propias aplicaciones en las versiones modificadas que instalan en los dispositivos. Esto no es malo, pero sí supone un pequeño problema cuando vienen acompañadas de las aplicaciones de Google (que también están preinstaladas en la mayoría de casos). El resultado es que acabas con un número considerable de aplicaciones duplicadas: Chrome y el navegador del fabricante, Gmail y la app de correo que ya venía preinstalada… pasa incluso con las tiendas de aplicaciones (como la de Xiaomi o la de Samsung, y Google Play). Esto acaba generando un pequeño e innecesario desorden: es más que probable que nunca utilices las aplicaciones de los fabricantes, y lo peor es que no puedes desinstalarlas. Es lo que se conoce como bloatware o software inflado.

El bloatware puede llegar a tener un impacto significativo sobre el rendimiento de tu dispositivo y la vida de la batería, sobre todo si hay aplicaciones ejecutándose en segundo plano. No importa que se incluyan mejoras para optimizar el uso de los recursos en el código del sistema, cuando las apps de los fabricantes pueden mandar al traste con todas ellas.

También precisamente como consecuencia del bloatware el sistema operativo acaba ocupando más espacio del que debe, acaparando más capacidad de la memoria interna obligando, en algunos casos, a buscar soluciones a los usuarios. Esto es especialmente notable en los teléfonos que no tienen slot para tarjeta de memoria.

Los trucos e información fundamental para configurar tu Android

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