YouTube dispone de diversos estados para los vídeos que subes. Cada contenido puede ser definido como público o privado. Sin embargo, también es posible mantenerlo oculto. Dependiendo de la finalidad con la que subas un vídeo a la plataforma te interesará definir un estado u otro. Si no te aclaras con ellos, en este artículo te contamos las diferencias.

Vídeos públicos

En primer lugar hablemos de los vídeos públicos. Son aquellos que están disponibles para todo el mundo. De manera predeterminada, todos los contenidos son públicos. Si lo marcas de este modo, cualquier persona, tenga cuenta en YouTube o no, podrá visualizar tu vídeo. Además, aparecerá en las búsquedas, podrá compartirse en cualquier red social e insertarse en un sitio web. Usa la opción de vídeo público cuando quieras obtener el mayor número de visitas posible y cuando el contenido que compartes sea de interés general.

Vídeos ocultos

En segundo lugar, nos centramos en los vídeos ocultos. Estos solo pueden ser vistos por los usuarios que dispongan del enlace. Por lo tanto, en realidad son vídeos públicos que no aparecen en las búsquedas. Si no quieres una amplia difusión del contenido, es muy importante que compartas el enlace con personas de confianza. Al fin y al cabo, los vídeos ocultos también pueden distribuirse en las redes con mucha facilidad. Este estado es ideal para compartir contenido privado y exclusivo dentro de un círculo de confianza.

Vídeos privados

La última modalidad que ofrece YouTube es la de vídeo privado. Marcando un contenido de esta manera, solo podrás acceder a él tú mismo y aquellas personas que elijas. Si compartes un vídeo privado será necesario que invites al resto de los usuarios mediante correo electrónico. Su dirección deberá estar asociada a una cuenta de Google. Cada vez que deseen acceder al contenido, deberán iniciar sesión en YouTube con sus credenciales.